Las alfombras de flores inundan Carrión





Mas de cuatrocientos vecinos dedicaron seis horas a engalanar las calles para celebrar el Corpus


Las calles de la localidad palentina de Carrión de los Condes se cubrieron ayer con una alfombra floral de 1.800 metros de longitud para celebrar una de las tradiciones más originales de cuantas se celebran en la villa jacobea: el Corpus Christi. Una tradición única en la provincia que este año congregó de nuevo a miles de visitantes que no quisieron perderse este evento, que cumple su cuarto año como fiesta de interés turístico regional. Desde las seis de la mañana, y durante unas seis horas, más de cuatrocientos vecinos y voluntarios comenzaron a cubrir con pétalos los dibujos pintados desde la tarde noche de ayer en el suelo de las calles de la localidad para que a la hora de la procesión estuviese todo preparado. En esta ocasión, los vecinos contaron con la colaboración de voluntarios europeos y miembros de la Fundación San Cebrián y la Asociación de Amigos del Camino de Santiago, que contribuyeron a elaborar una larga y colorida alfombra por la que procesionaron los niños de Primera Comunión.
A su paso, una lluvia de pétalos de flores caía desde los balcones próximos, engalanados con motivos florales, banderas, estandartes y mantones de Manila desde hace cuatro días. «Intentamos que antes de la celebración los vecinos se involucren y decoren sus balcones. La respuesta año tras año es muy buena y ya desde hace días pueden verse colgaduras en las ventanas de los domicilios», manifestó a la agencia Ical el regidor, Javier Villafruela.
Como novedad este año, se incorporaron al recorrido dos maceros con trajes elaborados para la ocasión, en los que lucieron el escudo de Carrión, de forma que se ha recuperado una tradición que se perdió hace siglos, según explicó Villafruela. Danzantes de Cisneros, la Asociación Musical de Santa María del Camino y la Coral Carrionesa acompañaron este año al Carro Triunfante del siglo XVIII y a una custodia del siglo XVI, obra del platero Jerónimo de San Miguel. Ambas piezas, de propiedad municipal, acompañan año tras año a los comulgantes y a las mujeres ataviadas con mantilla en su recorrido por las alfombradas calles.
El buen tiempo motivó que la participación fuese especialmente buena este año y vecinos del municipio y de localidades cercanas, así como turistas españoles y extranjeros y peregrinos que, sin esperarlo, se toparon hoy con una floreada localidad, contribuyeron a hacer aún más grande una de las fiestas más sorprendentes de la provincia de Palencia y que nace del corazón de sus vecinos. «Creo que hemos logrado una cifra récord de visitantes y un año más hemos cumplido con creces con las expectativas», señaló el alcalde, quien recordó además que el Corpus es «una de las fiestas más arraigadas y en la que más participan los vecinos. La gente se vuelca con esta tradición, y además cada vez son más las personas de fuera que quieren colaborar con nosotros», añadió.
El Corpus carrionés deja un balance positivo en cuanto a participación y visitantes en una tradición que data ya de hace más de veinte años. Fue entonces cuando se comenzaron a tirar los pétalos de forma ordenada. No obstante, la celebración del Corpus en Carrión data de siglos atrás. Una ordenanza municipal del siglo XVII ya explicaba la antigua costumbre de adornar las casas durante la festividad del Corpus y salir con los carros ornamentados con estandartes y pendones. Los vecinos que no acometían estas ordenanzas eran sancionados.

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