La discapacidad es urbana y rural

Las necesidades se hacían notar en el medio rural, sobre todo durante el verano, cuando es más difícil llevar a cabo la conciliación de la vida familiar y laboral. Con esa finalidad, se unieron varios padres y surgió Adismur, Asociación de Personas con Discapacidad del Mundo Rural.

Durante el estío, las ventajas de vivir en un pueblo son diversas pero los inconvenientes tampoco se quedan atrás. Las distancias existentes entre localidades, el transporte disponible para desplazarse y los espacios requeridos para determinadas actividades son tres de los impedimentos con los que las personas se pueden topar en el medio rural y más aún si se trata de aquellas que tienen problemas de discapacidad. Con este objetivo nació Adismur, una entidad que no se olvida de la provincia. 

Estas familias, que normalmente residen en los pueblos, ven cubiertas sus necesidades durante el invierno ya que sus hijos tienen la posibilidad de acudir al Centro de Educación Especial Carrechiquilla, ubicado en la capital, al mantener el mismo horario que un colegio ordinario.

En este sentido, uno de los fundadores y además presidente de esta asociación, Marcelo Paramio Antolín, comenta que «está claro que no es lo mismo los niños que poseen su capacidad física y mental normal que los que necesitan de un cuidado prácticamente permanente como son las personas discapacitadas», por ello «vimos así unas inquietudes».

Adismur surgió hace ya seis años, y su principal proyecto es el Programa de Respiro Rural 2013, calificado por Paramio como «el producto estrella». Este plan ya lo llevaba a cabo otra asociación, pero sólo se concebía en la capital y en los pueblos de alrededor, sin extenderse al resto de la provincia, algo que fue considerado «injusto» por Paramio. Asegura que «aunque hay necesidades que están cubiertas en algunos puntos de la provincia, no se puede negar que aún quedan muchas de ellas patentes en el entorno». Puntualiza así que «en los pueblos, la discapacidad tiene el mismo nombre que los que viven en la capital y una persona afectada por este tipo de enfermedad lo es donde esté».

El centro de esta asociación, ubicado en Villarramiel, está destinado a personas mayores de 21 años y comprende sobre todo los municipios de Paredes, Fuentes de Nava, Frechilla y Villarramiel. Y desde la misma entidad, se pretende que sea «polivante» para unir así todo tipo de discapacidad, porque según Paramio Antolín, «hay que optimizar recursos y más en los tiempos que corren».

A pesar de estar ubicados en Villarramiel «intentaremos abarcar también más necesidades en el entorno» apunta el presidente.
El Ayuntamiento de este municipio fue quien cedió el centro y además puso en marcha su acondicionamiento. Para la reparación y reforma del local, Adismur presentó el proyecto a la Fundación Inocente, Inocente de Antena 3 a través de la cual recibieron una subvención. Con esta ayuda económica, la asociación se puso en contacto con el equipo de fútbol de Villarramiel, quien se ofreció voluntariamente para llevar a cabo estas labores.
«Los jugadores al ser gente joven, tienen más ganas de trabajar», recalca Paramio aunque «al final se volcó todo el pueblo para colaborar en este proyecto y de ello estamos muy orgullosos», apostilla.

El Programa de Respiro Rural lleva en marcha ya ocho años. La Fundación San Cebrián colabora desde entonces con ellos porque «es el emplazamiento que presenta los recursos de automoción adecuados para ello», asevera el representante. «Esto supone también aprovechar los bienes de los que se dispone» ya que «si no sería casi imposible desde una asociación pequeña llevar a cabo este soporte», puntualiza. Las actividades que realizan son talleres de manualidades, ejercicios de relajación en la sala multisensorial o en la piscina de la Fundación.
Adismur tiene dos vehículos: uno donado por la Caja Laboral y una furgoneta del grupo automovilístico Renault, que añade Paramio «al ser retirada como ambulancia, nos la ofrecieron a nosotros y ahora la compartimos con la Fundación San Cebrián».

Huerto Jardín Terapéutico es otro de los proyectos que lleva a cabo la asociación gracias a la cooperación por parte del grupo de desarrollo rural Araduey Campos, quien concedió una ayuda económica a Adismur, y de una familia de la localidad de Villarramiel a través de la cesión de un terreno de 2.000 metros.

«Pretendemos que las personas que están en el centro tengan otra parcela donde puedan desarrollar sus habilidades, además de otras actividades que ya realizan», sostiene el presidente, porque «para ellos lo mejor es realizar actividades al aire libre», apunta.

«El valor y la autoestima que han llegado a coger esas personas es increíble», ya que «ellos mismos se sienten más valorados y van con otro espíritu diferente al realizar actividades manuales y venderlas», concluye Paramio.