Golpes solidarios con la India

El torneo Pádel For recauda 1.633 euros para un depósito de agua en un orfanato

La Fundación San Cebrián, Educa con H y Hoteles Suco organizaron el campeonato benéfico, en el que participaron un centenar de parejas Un niño de la calle que encontró cobijo y ahora lo da

Cristina Mayordomo, Elena Sánchez, Fidel Ramos y Eduardo Relea
entregan ayer el cheque a Isaac Arulappan, segundo por la derecha
El pádel es un deporte en auge que va ganando cada vez más adeptos, una coyuntura que fue aprovechada por la Fundación San Cebrián, la asociación benéfica Educa con H... de humanidad y Hoteles Suco para organizar en junio un torneo benéfico con el que recaudar fondos para un orfanato en la India.
El primer torneo solidario Pádel For reunió a más de cien parejas y consiguió el patrocinio de medio centenar de empresas en un proyecto que aunó el deporte y el ocio con la ayuda a los 82 niños y niñas que viven en el orfanato Cornerstone, en el estado indio de Tamilnadu.
El director del orfanato, Isaac Arulappan, se ha trasladado estos días hasta la capital palentina para recibir la recaudación del torneo, 1.633 euros, en un acto en el que los responsables de la Fundación San Cebrián, Educa con H y Hoteles Suco le hicieron entrega de un gran cheque simbólico. Simbólico, pero con contenido, ya que esos 1.633 euros se emplearán en la compra de uno de los depósitos de agua necesarios para los aseos de los niños o de las niñas. «Tenemos que construir dos depósitos elevados, uno junto al edificio de los chicos y otro junto al de las chicas, que se utilizarán para las duchas y los inodoros. Este dinero lo invertiremos en la compra de uno, ya que cada depósito cuesta entre 2.000 y 2.400 euros», explicó Isaac Arulappan, quien repitió en numerosas ocasiones lo feliz que se encontraba de estar en Palencia y del apoyo recibido.
La respuesta de Fidel Ramos, director gerente de la Fundación San Cebrián, tras conocer el precio de cada depósito y las necesidades acuciantes del orfanato, fue rápida Isaac Arulappan, director del orfanato Cornerstone al que irán dirigidos los beneficios del primer torneo solidario Pádel For, fue también un niño de la calle, de ahí su afán por construir un lugar en el que poder dar cobijo a niños que ahora pasan por el infierno que hace años pasó él. y contundente. «Seguiremos organizando torneos para captar dinero y ayudar a construir el otro tanque», señaló Ramos, quien realizó una valoración muy positiva del campeonato de pádel. «La unión del deporte y el ocio resultó muy atractiva para el público joven y para todos los participantes, que saben que en el mundo global en el que vivimos hay personas que lo pasan peor que nosotros, como los niños que viven en este orfanato», agregó.
La colaboración prestada por los organizadores de Pádel For al orfanato Cornerstone se une a otras realizadas por otras entidades, según explicó ayer Isaac Arulappan. Así, gracias a la solidaridad de otros paíArulappan, huérfano de padre y de madre, había vivido de limosnas en la calle cuando a la edad de 10 años fue acogido en la Ciudad de los Muchachos por los Hermanos de San Gabriel, una orden religiosa muy conocida mundialmente por su labor educativa para niños y jóvenes desatendidos o maltratados.
Tras licenciarse en Física y trabajar como profesor en varios colegios, reunió el dinero suficiente para volver a su región de procedencia y comprar un terreno ses, hace tres años lograron comprar literas con colchonetas para los niños y las niñas, ya que anteriormente dormían con una esterilla en el suelo.
«Gracias por la reacción tan rápida y espontánea que habéis tenido para apoyar las necesidades del orfanato después de la visita que nos hicisteis», agradeció el director del orfanato.
Por su parte, Elena Sánchez, de la asociación benéfica Educa con H, también reconoció la implicación de la Fundación San Cebrián y de Hoteles Suco en la organización de Pádel For, «porque han sabido mirar más allá en una época de crisis», destacó satisfecha. en el que levantar el orfanato Cornerstone. De los cinco niños con que comenzó en 2004, se ha pasado ahora a 82, a los que procura actualmente un hogar, alimentación y educación, ya que se reparten entre cuatro escuelas ubicadas en un radio de diez kilómetros.
«Sentía que mi obligación era devolver a todos esos niños huérfanos y abandonados todo lo que me dieron a mí», destacó orgulloso Isaac Arulappan ayer en Palencia.