Hacia una gestión óptima de los residuos

Hoy no vamos a hablar de las hambrunas, los conflictos bélicos y los desastres humanitarios que asolan a una parte importante de la humanidad. Vamos a referirnos a esa otra parte, en la que nuestro país está incluido, que no padece lo primero pero sufre desde hace tres años una grave crisis económica, financiera y laboral. Pues bien, en la época de las vacas gordas nuestro volumen de residuos era más que grande, preocupante, pero es que en esta época actual de vacas flacas, sigue siendo grande y no menos preocupante y eso exige que todos nos pongamos las pilas y apliquemos conocimientos, tecnología y adelantos de cara a conseguir una gestión óptima de todos esos desechos.
Nos hemos ido acostumbrando a separar los residuos domésticos y a depositarlos en contenedores específicos (basura orgánica, envases de plástico, vidrio y papel y cartón) y aunque no todos, y no siempre, lo hacemos de la forma correcta, es un gran avance que se traduce en índices cada vez más elevados de reciclaje y, por tanto, en ahorro. También hemos asumido y normalizado la existencia y uso de los depósitos de pilas usadas y, de unos meses a esta parte, los palentinos venimos familiarizándonos además con unos nuevos contenedores, de color naranja, destinados a la recogida del aceite doméstico usado por las familias y en los establecimientos de hostelería. Parece que la concienciación social ha hecho mella porque hemos respondido bien o al menos eso es lo que manifiestan desde la Fundación San Cebrián, promotora y gestora de esta última iniciativa. Desde febrero se han recogido unos diez mil litros de bares y restaurantes, gracias también al impulso de la Asociación General de Hostelería.
Claro que no son los citados los únicos residuos que generamos. Piensen en esos enseres, artículos de menaje, electrodomésticos y colchones viejos -o de los que simplemente nos hemos cansado- y tendrán ante sí un espectáculo poco estético si los dejamos en plena calle, junto a los contenedores de basura. Su sitio está en los denominados Puntos Limpios, espacios habilitados para esos depósitos voluminosos o especiales y preparados también para dar el salto al reciclaje. En nuestra provincia hay siete puntos operativos, ubicados en Palencia capital, en Guardo, Aguilar, Osorno, Saldaña, Venta de Baños y Villamuriel. De su gestión se ocupan los respectivos Ayuntamientos, pero el Consorcio Provincial de Residuos quiere mejorar ese aspecto a través de un sistema mancomunado, en el que una única empresa se encargue de todos ellos, que conformarían una Red Provincial de Puntos Limpios. Aún hay que estudiar la financiación y tocar muchos palillos, pero en principio parece una buena solución.
Si hay un Centro de Tratamiento de Residuos para toda la provincia y si hay mancomunidades de servicios, por qué no habría de existir y funcionar esta red. La eficiencia, el ahorro y el cuidado del medio ambiente son los criterios que han de primar en estos casos. Ningún otro.

0 comentarios: